El Cine Rívoli - 1969

Hugo, ¿no estará mal escrito? ¿porqué no le preguntas al venezolano Marcano?; se acaba de sacar 18 en el paso de lenguaje, así que debe estar actualizado, y eso que no copió como lo hizo en historia; el pobre estaba más perdido, a pesar de que se mataba estudiando con el chino Yagui, otro que no daba pie en bola en el curso del profesor Flores; !claro!, si sólo pensaban en salir del colegio con el zurdo Ampuero y el piurano Seminario para irse al toque al cine Rívoli para ver una película de Libertad Leblanc, la misma que nos contó el flaco Chumacero en el recreo de ayer, ¿te acuerdas?, aquella que el mellizo Farro dijo que, - ¡ya la he visto hace tiempo!- , y casi se arma la bronca cuando Mitherhofer se picó porque quería seguir escuchando la historia ya que a él no lo dejaban entrar por muy chiquillo, ! fuera de aquí mocoso !, y sólo por ser chato y tener cara de bebe; que piña ¿no? lo mismo que le pasó a Alania, y eso que fue acompañado con el gordito Blancas, que por talla y peso pasaba piola a pesar de ser miope y había que contarle las escenas ! SHHHHH Cállense ! y al final me enteré que él invitó a Vargas; no, ese Vargas no, el otro, Vargas Antaygua, y ¿sabes para qué?, para que le sople en el paso de Educación Cívica, más convenido no podía ser; pero piña pues, porque, no sabes con quien se encontró; a ver adivina, dime un nombre, no, ese no, otro nombre; tampoco, no vas a dar; ¿sabes con quién? con Yupanqui Sayco, acompañado de Farías, Canchari y el puneño Chiri; que sin querer, se metieron en una bronca cuando se sentaron en la fila donde estaban los del colegio Nazareno y comenzaron a insultarlos, ! fuera, vayan donde sus curitas !, ! ahh no, carajo !, ! eso si que no, ahorita los cuadramos, vamos Vásquez !, gritó Jurado cuando se dio cuenta del apuro en que estaban, y se paró junto con Núñez, Cruz, el Chato Sánchez, Sotomayor, Gómez, Romero, parecía que todo el salón estaba en el cine; desde adelante también se acercaron Elías, Zúñiga, Livia, ¿qué haces acá?, y se armó el laberinto, ! ya vamos también ! gritó Erquiaga, que llegaba junto con Valdivia, Silva, Ramírez, González, el que repitió; y fue que en ese momento se prendieron las luces y se abrieron las puertas de par en par, lo que aprovechamos para salir corriendo, !sácate la insignia! me gritó Falconí, sí, él también estaba en el cine; y ayúdame a recoger al chato Cabieses que se tropezó con Cavassa y se cayó de bruces; mientras que Tremolada en su fuga, volteaba y nos decía, ! corre, corre !,   ! nos encontramos en la esquina !, y ahí nos vimos, ¿y ahora qué hacemos? preguntó Aguilar el otro piurano, el que ahora es médico y no se sabe nada de él; pues nos damos una vuelta por el Parisi le respondió Cáceres; tú me cubres con Mogollón y yo me guardo un chancay; ¿y la película? quise averiguar afanoso, el martes dan una de Isabel Sarli me respondió Casanova; ¿ya estamos todos? preguntó Tello, no, aclaró Villaizán, sólo falta Anduaga, y nunca más se le volvió a ver.